Después de cuatro años de estudio terminé mi carrera profesional como Licenciado en Administración de Empresas Turísticas, una vez obtenido el título profesional en dicha carrera mi objetivo era conseguir un trabajo relacionado con el sector turismo, el cual conseguí de manera inmediata. Empecé a poner en práctica mis conocimientos y ver que estaba progresando dentro de la empresa en la que laboraba, cuando unos meses después obtuve la oportunidad de ingresar al trabajo docente, situación que al principio me resultaba demasiado difícil, por no contar con la preparación para estar frente a un grupo de alumnos impartiendo clases. En este momento representaba ser un reto en el cual debía subsistir, así que empecé en primer lugar a conocer a fondo la asignatura que me habían asignado y más que nada conseguir materiales que me facilitaran el transmitir esa materia; así como platicar y observar el trabajo que otros docentes llevaban a cabo.
Pensaba en las experiencias tenidas durante mi época de estudiante y recordaba cada uno de los profesores, pero principalmente en aquel que me había enseñado una dinámica diferente de aprender y desechaba aquellas en las que resultaba frustrante ser alumno.
Al inicio recibí un curso que considero fue importante para mi ingreso, en donde se me dieron temas inductivos para el trabajo docente como el esquema de organización del sistema de educación, conocimiento de la estructura de las carreras que se impartían en el CBTis 46, instrumentos de evaluación, la organización de una clase y el manejo de términos relacionados con la educación.
Como profesor del nivel medio superior considero que la relación humana con los jóvenes es indispensable, ya que implica un compromiso de entendimiento hacia las situaciones por las que éstos atraviesan, pues el hecho de ser adolescentes, como docente me obliga no sólo a ser un facilitador del conocimiento, sino una persona que lo comprende y lo apoya para tener un mejor control de sus emociones y lo orienta a tomar las mejores decisiones.
Me satisface de manera significativa ser docente de jóvenes, que me dan la oportunidad de cambiar mis formas de pensar y adecuarme a las condiciones y necesidades del mundo que ellos están viviendo; por el hecho de vivir épocas diferentes trato de orientarlos a la mejor utilización de los recursos y oportunidades que existen a su alrededor. Aunque también reconozco existen momentos en los que la comunicación que ejerzo con los jóvenes no tenga resultados de manera inmediata por la etapa de vida en la que ellos están pasando, y por un sin número de problemas sociales y familiares en los que se ven inmersos. Esa situación de vida de los alumnos me permite implementar estrategias en clases para poder fomentar el compañerismo, apoyo y respeto hacia las ideas y la integridad como personas.
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